CONGRESO DE TSHERNOVITS y las guerras de los idiomas

ÍDISH | POLITICAS

El ídish es el idioma de los judíos de Europa central y oriental y de sus descendientes. Se conformó entre los siglos IX y XII, cuando grupos de judíos que huían de las persecuciones de Italia y Francia, se establecieron en el valle del Rin. Su componente básico es una variedad del alemán medieval sumado a un importante componente hebreo. Con las posteriores migraciones hacia Europa del este, el ídish recibió el aporte de las lenguas eslavas. Para su escritura se utiliza el abecedario hebreo.

Si bien se ha enfatizado el carácter de lengua de uso cotidiano, desde mediados del siglo XIX, algunos escritores Iluministas (maskilim), vieron al ídish como un medio para comunicarle sus ideas y valores a las masas. Sin proponérselo iniciaron la literatura ídish moderna e introdujeron la práctica de la publicación. Luego se desarrolló una vasta literatura y se estandarizó su gramática por lo cual a principios del siglo XX el ídish ya era un lenguaje hablado y leído por casi 11 millones judíos.

Uno de los primeros intentos de darle al ídish un status de lengua nacional fue la Conferencia de Tshernovits. Su organizador, Natan Birnbaum, fue un intelectual vienes. Decidió convocarla en Tshernovits por varios motivos. A comienzos del siglo XX dos millones de judíos del Imperio Austro-Hungaro no eran reconocidos como nación. Mientras que en las zonas de administración de Viena dominaba el antisemitismo pan germánico, en Galicia, los polacos utilizaban los votos judíos para ganar poder en las elecciones a costa de los rutenos, el tercer grupo mayoritario. Tanto polacos como rutenos se oponían al reconocimiento de una tercera nación en la zona, negando la existencia de los judíos y su idioma. Sin embargo, los habitantes de Tshernovits gozaban de mayores libertades políticas y económicas que sus vecinos. De hecho, Tshernovits era la única ciudad europea en la cual el intendente, el representante al Parlamento, y el rector de la universidad eran judíos.

La Conferencia comenzó el domingo 30 de Agosto de 1908. La agenda incluía diez puntos: la sistematización de la ortografía y la gramática, la aceptación de neologismos y palabras extrajeras, la edición de un diccionario, la relación de la juventud con el ídish, la prensa ídish, el teatro ídish, el status profesional y económico de escritores ídish y de los actores de teatro ídish y por último el reconocimiento del ídish como lengua judía. Joshua Fishman dice que el último ítem de la agenda “se negaba a esperar su turno y reaparecía constantemente en la forma de un creciente antagonismo” entre aquellos (principalmente bundistas) que querían declarar al ídish “LA etnolengua” dando al hebreo el status de lengua clásica, y aquellos (sionistas y tradicionalistas) que sostenían la centralidad del hebreo como lengua nacional.

Hebraístas e ídishistas se enfrentaban en respuesta a una nueva situación política y social por la cual la identidad religiosa comenzaba a declinar y los desafíos de la integración a los estados modernos en Europa demandaban definiciones políticas. En sus extremos, ambas ideologías buscaron alcanzar un monolingüismo en la sociedad judía, imitando el modelo de estado-nación europeo. Otras visiones buscaban identificar al pueblo con su lengua mayoritaria y conseguir un reconocimiento internacional. La fórmula que permitió el acuerdo definía al idish como "una lengua judía etnonacional." Aunque posteriormente este debate se inscribiría en la historia judía como la “guerra de los idiomas”, Ester Szwarc, coordinadora académica de Fundación IWO, sugiere valorar la participación de decenas de jóvenes militantes de sectores políticos antagónicos en un ámbito de discusión y compromiso ideológico.

Nota: Tshernovits (yid), Czernowitz (ger), Cernauti (rom), Chernovtsy (rus), Chernivtsi (ukr), son distintos nombres de la misma ciudad ubicada en latitud 48º 18' N y longitud 25º 56'

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