Historia

El IWO nació en Vilna (1925) para documentar la cultura y el lenguaje de los judíos de Europa Central y Oriental en un contexto de discriminación y persecución. El surgimiento de las identidades “nacionales” en Europa, en conjunción con el rápido desarrollo de las ciencias sociales, generó un nuevo foco en el mundo académico judío de principios del siglo XX. La historia judía dejó de estudiarse como una sucesión de logros y fracasos de héroes y rabinos, y comenzó a comprenderse como un proceso de continuidad y cambio en la sociedad. Se comenzaron a investigar fenómenos masivos como la inmigración y las organizaciones comunales, y a estudiar el folklore, la vida cotidiana y la cultura popular de las masas anónimas de judíos de Europa Oriental. Un ejemplo de este interés es la expedición etnográfica encabezada por An-Ski, el famoso autor de El Dibuk, que recorre los pequeños villorrios judíos de Europa Oriental, rescatando testimonios lingüísticos en ídish, refranes, juegos infantiles, creencias, amuletos, canciones populares, objetos rituales, vestimentas, y otras expresiones de vida popular.

El flujo inmigratorio, producto de las persecuciones y las crisis económicas, estaba llevando grandes masas de judíos de Europa Oriental a América, Sudáfrica y Australia. Los inmigrantes traían consigo sus costumbres, sus lenguajes, sus organizaciones, y sus formas de vida. Como resultado de estas migraciones, la idea de “judíos de Europa Oriental” dejaba de ser un concepto geográfico para transformarse en un concepto sociológico y cultural. Cualquier intento por comprender los procesos sociales que se desarrollaban en las nuevas comunidades requería un conocimiento profundo de aquellas comunidades de origen que establecieron los modelos sociales y políticos que los inmigrantes traían consigo.

En 1925 el Comité Central de Educación Judía de Vilna y la Asociación Educativa de Vilna presentaron el proyecto ante el Congreso de Maestros Judíos de Polonia. Simultáneamente, en Berlín, se reunieron personalidades de la cultura interesadas en apoyar el proyecto. Finalmente se creó en forma conjunta el Yiddisher Visnshaftlekher Institut con sede en Vilna. La filosofía del IWO contemplaba la visión del pueblo judío como una entidad socio-cultural; el estudio académico como un medio para la comprensión y el enriquecimiento de la vida judía y la aplicación de las ciencias sociales como un método para la búsqueda del conocimiento y para el desarrollo de una sociedad más justa. Al poco tiempo se crearon grupos de apoyo en Nueva York, Viena, París, Londres y Buenos Aires.

Entre 1925 y 1939 IWO desarrolló un verdadero movimiento popular de documentación. Fue apoyado no solamente por académicos de renombre como Albert Einstein y Zigmund Freud, sino también por judíos de distintos ámbitos que, en ausencia de otras autoridades nacionales que reconocieran a la cultura judía, vieron al instituto como un ente patrimonializador.

Una de las contribuciones más originales del IWO fue su habilidad para organizar proyectos y estudios colaborativos, ya sea la recolección de datos por medio de cuestionarios para realizar estudios de alcances estadísticos que sobrepasaban la capacidad de un investigador, la publicación de series de libros que reunían lo mejor de los autores judíos del mundo, o la realización de estudios basados en masas documentales aportadas por miles de individuos de todo el mundo. Durante la ocupación Nazi de Polonia, el IWO de Vilna fue sistemáticamente saqueado, sus profesionales fueron encarcelados y asesinados. A partir de entonces la sección de Buenos Aires comenzó a trabajar de forma independiente tal como lo sigue haciendo hasta el día de hoy.

Hitos de la historia de IWO en Argentina
1928 Un grupo de intelectuales judíos de Buenos Aires creó la Asociación de Amigos del IWO.
1939 Se crearon la Biblioteca y el Archivo histórico.
1940 Se creó el Museo IWO.
1945 El prestigio social y académico que alcanzó el Instituto IWO, llevó a la Asociación Mutual Israelita Argentina a proponer que nuestra organización se instale en el edificio que la mutual estaba construyendo en Pasteur 633. El IWO aceptó el llamado, vendió su sede y adquirió un espacio en la A.M.I.A.
1945 – 1994 En el ámbito del edificio comunitario, IWO se consolidó, desarrollando una vasta labor académica y una intensa actividad cultural: cursos, conferencias, exposiciones, teatro, y el tradicional Tog fun Idishn Nign (Día de la Canción Judía). Bajo la dirección de Samuel Rollansky, el IWO editó la serie 100 Obras Maestras de la Literatura Judía, una selección de literatura ídish, que se convirtió en material de referencia para bibliotecas y universidades de todo el mundo.
1994 El atentado contra la AMIA produjo la destrucción total del edificio y puso en grave riesgo las colecciones. Con la ayuda de centenares de voluntarios, el IWO logró rescatar gran parte de los materiales afectados por la bomba. Se rescataron cerca de 40.000 libros, documentos, discos periódicos, fotografías, manuscritos, obras de arte y objetos rituales.
1994 – 1998 La labor posterior al rescate consistió en secar los materiales, limpiarlos del polvo y los residuos de la explosión, ordenarlos e inventariarlos. Se fusionan el Instituto IWO y el Cultur Congres (Casa Simón Dubnow) para hacer frente en conjunto a la crisis producida por el atentado.
2000 Con la reapertura de la biblioteca en el segundo subsuelo de AMIA reconstruida, se comenzó el traslado y la catalogación.
2001 – 2005 Se catalogaron 7.000 libros y se recuperaron 400 colecciones.
2005 La Biblioteca de la Fundación IWO en la AMIA fue clausurada por motivos de infraestructura edilicia. Hasta hoy, todas las funciones continúan desarrollándose en la Casa Simón Dubnow.
2007 Se terminó de retirar la Biblioteca IWO de AMIA y se la trasladó a depósitos temporarios.
2008 La Fundación IWO adquiere un predio de 1.000 metros cuadrados en Acevedo 477, corazón del barrio porteño de Villa Crespo para ser la futura casa definitiva de las colecciones.
2009 Se coloca la Piedra Fundamental en la Casa de Cultura Judía Argentina en un cálido y multitudinario acto. Ese año la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declara a las colecciones de IWO “Patrimonio Cultural de la Ciudad”.
2010 La Cámara de Diputados de la Nación declara de Interés Parlamentario a la tarea de la Fundación IWO. Se inicia el proyecto de Digitalización de colecciones de la Biblioteca y el Archivo IWO en conjunto con VI-DA Digital.
2011 Reconocimiento del Régimen de Mecenazgo de Promoción Cultural de la Ciudad de Buenos Aires al Proyecto de Digitalización. Se realiza una exhibición de pinturas del artista Maurycy Minkowski en el Museo Sívori, CABA.
2012 Presentación del Proyecto Pequeños Autores, Grandes Ideas en la Biblioteca del Congreso de la Nación con la exhibición del Documental Los jóvenes que rescataron la memoria, el 18 de julio. Se presentaron más de 300 trabajos realizados en el marco de este proyecto por alumnos de escuelas primarias. Se lleva adelante el proyecto “Milongue!” donde la Fundación IWO se transformó por una noche en una milonga con tangos en idish, polaco y español.
2013 Se incorpora el Archivo y Biblioteca de José y Elena Moskovits a la Biblioteca IWO. Este paso marca una nueva etapa en el proyecto de colaboración archivística entre IWO, el Museo del Holocausto de Washington y el Mémorial de la Shoá de Paris. En el marco de este proyecto, se preservaron y digitalizaron miles de fotografías, cartas, informes, recortes de diarios, documentos e historias de vida.

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